Geoingeniería, Abejas y Alzheimer

Solo una semana antes de su fallecimiento tuve una grata reunión con mi amigo Ronald Modra en la que conversamos, entre otras cosas, sobre sus razones para emigrar desde Australia con su familia en 1996. Me comentó con una gran sonrisa que estos años en Chile habían sido los más felices de su vida. Pienso que ciertamente la vida y el legado de Ronald Modra Roberts en este país suman grandes números positivos para todos los que lo conocimos, ya sea personalmente o a través de su Editorial y comentarios en el Guardián de la Salud. Debemos darnos cuenta que hemos sido bendecidos con esta gran publicación, que hoy más que nunca se transforma en artículo de colección, ya que las sabias palabras de Ronald y su equipo son válidas hoy y lo seguirán siendo por muchos años en el futuro.

En esa última reunión Ronald fue enfático en decirme que fuera más explícito en mis comentarios, que ayudara a la gente a comprender los grandes temas que nos afectan. Ahora entiendo que lo que él deseaba era que me convirtiera en un Guardián, así como él fue un Guardián de la Salud.


Nubes y un paseo por el Cajón del Maipo

Soy un gran observador de nubes y quienes me conocen saben que a veces me quedo largos minutos contemplando el cielo, especialmente después de una tormenta, un real espectáculo para mis ojos. Esta afición por lo que sucede en los cielos me ha llevado a acopiar gran cantidad de información sobre aviones y todo tipo de fenómenos aéreos, naturales y creados por el hombre. Mi análisis me ha llevado hacia los intentos por modificar el clima, generar lluvias en zonas de sequía, desviar tormentas como huracanes y tornados, etc. Un tema apasionante esto de jugar con la atmósfera de nuestra joya azul.

El último Domingo de Enero salí a pasear por el hermoso Cajón del Rio Maipo, cerca de Santiago. Ya en la carretera me llamó la atención la única nubosidad presente en el cielo despejado trazando una cruz sobre la cordillera, formada por dos gruesas estelas de aviones. Si bien ese fenómeno no tiene nada de raro, cuando volvía del paseo me detuve en una de las tantas casas que ofrecen miel de sus propios panales. De la conversación con el dueño surgió el tema de la enfermedad desconocida que está atacando a las abejas melíferas en todo el mundo, especialmente en Norteamérica y Asia, destruyendo un alto porcentaje de los enjambres. Esta persona me comentó preocupado que por primera vez está observando un comportamiento extraño en sus abejas este año, viendo como baja la producción de miel, sin saber la razón. En ese momento hice la conexión con la cruz sobre la cordillera. Paso a explicar por qué.

Así como las abejas…

Los científicos del mundo gritan al viento cada vez que pueden que el “Calentamiento Global” es producido por la acción industrial humana y se han aliado a los políticos que quieren hacernos pagar a todos por ello con los insidiosos impuestos al carbono. Si bien tengo mis dudas respecto al origen humano del fenómeno, no soy científico, así que seguiré atento al tema.

Desde más o menos 1996 se ha llamado la atención a un fenómeno aéreo llamado estelas persistentes, mayormente en los países desarrollados. Estas estelas son diferentes de las comunes estelas de condensación de los aviones ya que persistirían por horas, incluso esparciéndose y formado nubosidad alta.

Las estelas (Contrails, en inglés) se forman por el calor de los jets a grandes altitudes. Las estelas persistentes contendrían químicos añadidos (Chemtrails, en inglés) y serían parte de un plan secreto de geoingeniería de las potencias para reducir la cantidad de radiación solar que llega a la Tierra haciendo más refractiva la atmósfera (efecto Albedo), reduciendo la temperatura del planeta y combatiendo así el calentamiento global.

De ser real este sería el mayor proyecto de ingeniería jamás realizado, involucrando miles de aviones jet militares y privados, millones de toneladas de materiales reflectantes en forma de aerosoles o micro partículas, como aluminio, bario y otros.

Los últimos años han sido abundantes en fenómenos climáticos extremos como grandes sequías, inundaciones y megatormentas. Si bien el proyecto de geoingeniería podría estar tratando de salvar al planeta del calentamiento global, podría llevarnos también al otro extremo y terminar todos congelados.

Volvamos a las abejas. Todo lo que sube tiene que bajar, por lo que lo esparcido en la alta atmósfera podría estar siendo depositado en las áreas que las abejas usan para alimentarse. El aluminio es reconocido agente disruptor del sistema nervioso, destruyendo las conexiones sinápticas del cerebro, por lo que las abejas podrían estar sufriendo algún tipo de Alzheimer, olvidando la ruta de vuelta a su panal. Los seres humanos no estamos exentos de los efectos secundarios de este posible proyecto global. Lo que les pase a las abejas nos puede pasar a nosotros ya que inhalamos el mismo aire ¿Se acordará usted de estas palabras el día de mañana?



Referencias:
Barium Blues (en inglés)
Fumigan Lleida (en Catalán)
Aircrap (en inglés)
Weatherwars (en inglés)
New Zealand Chemtrails Watch (en inglés)
Scie Chimiche (en italiano)
ChileChemtrails
Chemtrails España

Este artículo fue publicado en la edición Nº 83 de El Guardián de la Salud (Marzo de 2011). Sus comentarios al email: luisleighton@yahoo.com