Simon Black: La mañana siguiente ¿Qué sucede cuando un gobierno destruye su moneda?

Simon Black, Sovereign Man

01 de septiembre 2014


Imagínese esta escena:

"Todo el país estaba en estado de shock. El patrimonio neto de la gente se había devaluado en más de 53% durante la noche."

"El valor de las cuentas de ahorro se redujo a la mitad y ni los comerciantes ni los consumidores sabía cómo reaccionar porque nunca habían pasado por algo así antes..."

Así es como un ejecutivo de negocios estadounidense describió la devaluación del peso mexicano exactamente hace 38 años, el 1 de septiembre de 1976.

Mirando hacia atrás, era tan obvio.

México tuvo un aumento de la deuda, con políticas destructivas y un tipo de cambio fijo insostenible con el dólar estadounidense. Estaba claro.

Pero la mayoría de las personas ignoraron las señales de advertencia y mantuvieron su dinero en pesos.

Incluso el presidente mexicano Luis Echevarría salió en la radio para asegurarle a la gente que la moneda era segura.

Por último, bajo una intensa presión fiscal el gobierno llegó a su punto de ruptura, y el 31 de agosto de 1976 se tomó la decisión de devaluar el peso.

La gente despertó a la mañana siguiente del 1 de septiembre con un 50% menos de riqueza.

Casualmente, hoy también es el 75 aniversario de la invasión nazi de Polonia que, en última instancia, arrastró al mundo a la guerra.

Alemania ya había invadido Austria y Checoslovaquia en los meses previos.

En Mayo de 1939 Hitler había declarado muy claramente, "la decisión se mantiene para atacar Polonia a la primera oportunidad."

Incluso una semana antes de la invasión, Hitler dijo a sus comandantes militares, "yo he preparado. . . escuadrones 'Calavera' con órdenes para matar sin piedad ni misericordia a todos los hombres, mujeres y niños de origen o lengua polaca."

Alemania tenía 60 divisiones congregadas en la frontera polaca listos para invadir.

Sin embargo a la gente en Polonia se les dijo que mantuviesen la calma, permanecieran en su lugar y tuviesen confianza en sus líderes.

Por último, el 30 de agosto, el gobierno polaco ordenó una movilización parcial para enfrentar la amenaza alemana.

No hace falta decir que era demasiado poco y demasiado tarde. Alemania invadió sólo unas horas más tarde.

Esta es una historia familiar que se repite en toda la historia. A pesar de las señales de advertencia evidentes, la gente casi universalmente se permite ignorar la realidad.

Es la naturaleza humana querer creer que todo va a estar bien. Y cuando nuestros líderes políticos susurran palabras de esperanza y optimismo, muerden el anzuelo.

Mirando hacia atrás, era claro que México iba a devaluar el peso. Todo lo relacionado con la economía y la moneda era totalmente insostenible. La gente en lo más profundo lo sabía.

Del mismo modo, era claro que Hitler iba a diezmar a Polonia. Y la gente lo sabía.

Sin embargo, millones se permitieron poner su confianza en líderes que les aseguraban que todo estaba bien.

¿Somos tan diferentes hoy en día?

Los números duros nos dicen que la mayoría de los bancos en Europa son insolventes, que los bancos en los EE.UU. están peligrosamente sin liquidez.

La mayoría de los gobiernos occidentales están en quiebra. Los fondos de pensiones y de seguridad social son insolventes.

Los mercados financieros tienen valoraciones precarias. Y el dólar está empezando a desmoronarse como la moneda de reserva dominante.

Estas son afirmaciones basadas en datos. Y yo creo que, en el fondo, sus instintos también le dicen que algo está muy mal con el sistema.

Sin embargo, nuestros líderes nos dicen que mantengamos la calma. No hay nada que ver aquí, nada de qué preocuparse.

Mirando hacia atrás, todo va a parecer tan obvio. Si una crisis monetaria mundial golpea dentro de los próximos 12 meses, la gente pensará, "duh, ¿cómo no lo ví venir?"

Desafortunadamente para entonces ya será demasiado tarde.

Sólo se necesita un poco de previsión y planificación para aislarse a sí mismo de un evento que puede tener consecuencias desastrosas.

Si supiera que el peso mexicano se encuentra a un nivel insostenible, ¿por qué iba alguien a seguir guardando pesos?

Del mismo modo, si todos los datos objetivos sugieren que el dólar está en vistas de una caída épica ... y que el mundo entero está alejándose del dólar, ¿por qué diantres una persona racional mantendría los ahorros de toda su vida en dólares?

Se necesita poco esfuerzo para hacer algo al respecto. Mantenga monedas más fuertes en el extranjero. Activos reales propios. Mueva su cuenta de jubilación al extranjero, donde su gobierno en bancarrota no pueda robarlo.

Estas son medidas de sentido común, como usar el cinturón de seguridad cuando te metes al auto.

El momento de actuar es ahora. ¿Por qué jugar a la ruleta rusa cuando las probabilidades están claramente a favor de la casa?

No trate de averiguar cuando. Nadie tiene una bola de cristal. Es irrelevante si la tendencia se desarrolla dentro de semanas, meses o años. Está bastante claro donde va todo esto.