El Extraño Caso del Otoño Económico


Así como el otoño le sigue al verano, parece ser que los modelos de comportamiento humano siguen algún tipo de ritmo estacional cuando se trata de la economía, porque esta tiene que ver más con las necesidades humanas que con otra cosa y estas van cambiando con el tiempo.  

En esta analogía, en el verano económico las cosas van bien, los bancos otorgan créditos con buenas tasas, hay liquidez, hay abundancia de productos y servicios, con precios para regatear, las personas tienen posibilidades de solventar sus necesidades básicas, de experimentar nuevas sensaciones, de planificar, de proyectarse al futuro con confianza y tranquilidad. 

Cuando se da una situación de verano económico, la sociedad en su conjunto es relativamente más feliz.

Por el contrario, cuando aparecen signos inequívocos del otoño económico, de altas tasas de interés, de inflación y escasez, el comportamiento humando toma un giro hacia la contracción, con mayores restricciones al iniciar nuevos proyectos, con una menor tendencia a experimentar, y en general la incertidumbre hace aparecer más pesimismo en el ambiente. 

Según mi análisis y el de muchos otros, hoy nos encontramos en un momento pivotal de la historia económica mundial. 

Hay varios eventos que se han estado desarrollando tras bambalinas y que señalan un cambio de estación en la economía. 

Muchos no verán venir este cambio y van a ser golpeados. 

Este ensayo plantea algunos hitos que nos señalarían este cambio y también plantea algunas posibilidades para tomar resguardo, en el caso que debamos prepararnos para un cambio estacional, tal como cuando llega el otoño y las tardes se van haciendo más frías.

Un poco de historia

El dólar norteamericano es la moneda de reserva mundial desde el acuerdo de Bretton Woods, en julio de 1944, casi al final de la Segunda Guerra Mundial (1), cuando la mayoría de los países aliados se reunieron a definir el sistema financiero de posguerra. 

En este acuerdo se definió que el dólar norteamericano sería la moneda fuerte (el estándar para transacciones internacionales) por la robustez industrial de Estados Unidos, por la gran cantidad de oro que el país había logrado almacenar y por su gran capacidad bélica, lo que daba la confianza suficiente para alcanzar y mantener la tan anhelada paz. 

Según este acuerdo el dólar podía ser intercambiado por una cantidad exacta de gramos de oro, el cual se mantenía en la reserva de Fort Knox, y que le daba respaldo físico a la moneda. 

Este acuerdo generó la alta demanda por dólares norteamericanos a nivel mundial desde entonces.

En agosto de 1971 sucedió un grave incumplimiento al acuerdo de Bretton Woods cuando el presidente norteamericano Richard Nixon desapegó el dólar del oro, o sea, que desde esa fecha ya no existiría una relación directa entre la cantidad de dólares y la cantidad de oro almacenado. 

A pesar de lo grave del hecho, las economías del mundo aceptaron las nuevas condiciones sin reclamos, bajo la promesa de Nixon de que el desapego del oro y el dólar sería transitorio. 

Desde entonces el dólar y todas las monedas del mundo se convirtieron en fiduciarias, o sea, basadas en una promesa de valor entregada por los bancos centrales de cada país. 

Tras la decisión de Nixon, el dólar pudo comenzar a ser impreso en cantidades ilimitadas ya que no estaba anclado a la disponibilidad de oro. Desde ahí la base monetaria (cantidad de dinero) se disparó. 

51 años después, el dólar norteamericano sigue desapegado del oro y lo más probable es que continúe así.

Este hecho vendría a ser, según nuestro ejemplo, el inicio del verano para la economía mundial, ya que los bancos centrales y por consiguiente todos los bancos del mundo pudieron expandir el crédito a empresas y personas casi sin restricciones, generando un aumento del consumo, del gasto y de la riqueza.

Pero toda acción tiene una reacción, por lo que el patrón del dólar desapegado del oro, la masiva expansión monetaria y el exceso de crédito ya comenzaron a mostrar signos de falla.

Cuatro señales de cambio estacional

Primer signo: La Crisis Subprime

Peguemos un salto al año 2008, con la caída del gigantesco banco norteamericano de inversiones Lehman Brothers, que fue la mayor quiebra global hasta ese momento. 

El exceso de crédito (apalancamiento) de muchos bancos, empresas y personas hizo que una pequeña variación de liquidez dejase rápidamente sin dinero a instituciones completas, contagiando al sistema financiero global. 

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) debió salir a rescatar al sistema financiero completo imprimiendo trillones (millones de millones de dólares) durante varios años, reduciendo además las tasas de interés a cero o hasta negativo, para hacer los créditos más baratos. 

Al parecer sin esta inyección constante de capital el sistema financiero mundial no puede mantenerse en pie. 

Cuando la Fed quiso acabar con las ayudas aconteció otra señal.

Segundo signo: El Mercado Repo

A mediados de septiembre de 2019 el mercado interbancario de créditos de corto plazo norteamericano (Repo) tuvo un fallo. 

El mercado Repo se trata de créditos diarios que se realizan entre sí los bancos internacionales para mantener la liquidez necesaria para operar con grandes transacciones, por lo tanto, este es un mercado invisible para las personas. 

Este mercado se basa en la confianza de que los bancos van devolver el dinero de cada una de estas transacciones en un plazo corto. 

En la fecha indicada, al parecer, la confianza se acabó y otra vez la Fed tuvo que salir a generar préstamos de emergencia a bancos para evitar que estos quiebren y se genere otra crisis como la de 2008. 

Estos préstamos de la Fed a instituciones financieras de todo el mundo se han mantenido desde entonces, indicando que no existe la suficiente confianza entre los bancos.

Este, de por sí, es un muy mal signo.

Tercer signo: La Respuesta Financiera a la Pandemia

Durante los años 2020 y 2021 millones de personas en el mundo perdieron sus trabajos debido al encierro generado por la pandemia. 

Los países respondieron generando diversas ayudas económicas para ayudar a superar estos duros momentos, algo inédito en la historia humana. 

Los bancos centrales del mundo imprimieron trillones de dólares, euros, yenes, yuanes y pesos para financiar las ayudas. 

En el caso de Estados Unidos se imprimieron más dólares en dos años que en los primeros 200 años de historia de ese país. Hay fuentes que indican que el 80% de los dólares impresos en la historia de Estados Unidos fueron creados desde principios de 2020. 

Si vamos a la definición de inflación esta es; "Un aumento en la base monetaria", o sea que tras la pandemia se ha generado la mayor inflación monetaria de los últimos dos siglos.

Cuarto signo: El Comienzo del Fin del Petrodólar

Cuando Nixon terminó con el apego del dólar-oro en 1971, solo quedaba una razón técnica para que los países necesitasen acaparar dólares norteamericanos; el Petrodólar. 

Este acuerdo firmado entre Estados Unidos y Arabia Saudí obligaba a que todas las compras de petróleo se realizaran en la moneda norteamericana, a cambio de ayuda y protección militar para el reino Saudí. Esta situación obliga hasta hoy a todos los países a acaparar reservas de dólares para financiar sus compras de petróleo. 

Si bien el acuerdo del petrodólar se mantiene, hay indicios de que tanto China como Rusia están tratando de desbancar al dólar de este acuerdo y al parecer Arabia Saudí estaría interesada en ello. 

Cuando esto suceda el dólar norteamericano perderá su único anclaje como moneda de reserva y sucederá un cambio de paradigma económico que puede ser mortal. A lo que me refiero es que los Estados Unidos no dejarán que esta situación suceda sin dar la pelea donde mejor sabe, en el campo de batalla. 

Una de las razones del apoyo de occidente a Ucrania en la guerra con Rusia tiene de trasfondo la predominancia financiera del dólar.

Recesión o cambio de modelo

La resultante de las señales mencionadas arriba puede tardar años o gatillarse el próximo mes. Esa es la frágil situación financiera actual. Solo el tiempo nos dirá cómo se desenvuelve este proceso que he graficado como el cambio de una estación a otra, donde estaríamos transitando del verano al otoño económico.  

Existen más amenazas para el sistema financiero que las ya mencionadas. Este artículo solo pretende dar un poco de claridad sobre hechos que se prolongan por mucho más tiempo del que se esperaría. 

La inflación de precios que estamos sufriendo hoy puede deberse en parte a acciones recientes o locales de cada país, pero la inflación que vemos hoy es solo un síntoma de lo que han estado haciendo los bancos centrales (especialmente la Fed) desde hace más de 5 décadas. 

Factores que meter en la licuadora del dólar norteamericano:

  • Moneda fiduciaria sin respaldo físico
  • La mayor inflación monetaria en 200 años
  • Comienzo del fin del sistema Petrodólar
  • Fragilidad y desconfianza del sistema financiero
Algunos factores adicionales pero no cubiertos en este ensayo:
  • Fin del crédito barato
  • Derivados financieros incontrolables
  • El mercado del dólar como arma
  • La tecnología blockchain (monedas digitales)
  • Altas tasas de interés
  • Crecimiento de la deuda
  • Desindustrialización de occidente
  • El ascenso de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)
Hay que mantenerse atentos a Estados Unidos y al dólar, pues si este pierde o ve amenazada su predominancia como moneda de reserva el sistema financiero mundial podría congelarse durante un tiempo. Ante esta posibilidad estamos en territorio desconocido y sería bueno tomar algunas consideraciones. 

Resistencia y adaptación

Debemos recordar que sea cual sea el impacto de los ciclos económicos en nuestras vidas, nuestra función es adaptarnos y crecer por nuevos senderos si es necesario. Pasado cierto punto de contracción se gatilla la fuerza natural del ser humano y la inventiva se hace presente para romper el estancamiento. 

Muchos emprendimientos han nacido para dar respuesta a momentos difíciles, a las nuevas necesidades imperantes. La adaptación es parte propia de nuestra forma de ser y con cada apretón viene una reacción creativa que intenta zafar de la mala racha, de resistirse a los malos augurios y sobrevivir al mal tiempo.

Por lo tanto, si algo de lo que ha sido planteado aquí resuena en Usted, y a modo de sugerencia: 

Inicie un emprendimiento, o amplíe el que ya tiene, pues aun es tiempo de tomar acción y generar un segundo ingreso, pensando desde ya en estrategias de acción en caso extremo, mejorando, cambiando o dejando lo que esté haciendo, dependiendo de las nuevas condiciones que puedan surgir.

Tenga liquidez a mano (dinero efectivo), pues no hay nada más nefasto que tener recursos inmovilizados cuando lo que se busca es moverlos de ahí.

Estructure una despensa de alimentos, a modo de seguro alimentario y aunque hoy se sienta tranquilo al respecto. Esto significa tener una despensa de la que pueda depender por algunos meses de ser necesario. Recuerde que un seguro debe ser afianzado antes de necesitarse. 

Tener tiempo para analizar los signos y reaccionar de forma oportuna puede ser clave para crecer y adaptarnos exitosamente al cambiante entorno económico de los próximos años.

Bendiciones.

LUIS LEIGHTON


(1) https://saludfinancierachile.blogspot.com/2013/12/el-fin-de-la-convertibilidad-dolar-oro.html

Comentarios

  1. Excelente análisis económico real y latente

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  2. Hola amigo luis soy tu compañera Carolina Gaete me encantó tu texto si bien no soy experta en el tema soy comerciante y la plata está perdiendo su valoe físico se vienen tiempos difíciles así q a juntar de todo un poco y como años atrás a vivir con lo justo y sin derroche sería muy adecuado.... Suerte con tu tema bendiciones

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