Paz en la Naturaleza en un Mundo Agitado
Generalmente estudio y escribo sobre el dinero, la riqueza material, las tendencias financieras y los problemas económicos que se están gestando en estos locos tiempos. Estos son temas importantes que me apasionan y pienso que las personas deberían dedicar más tiempo a comprenderlos y sopesarlos. Nuestra sociedad se mueve y gira en torno al dinero, las metas, los planes a largo plazo, los horarios, la competición por ser los mejores y el eterno afán de tener cada vez más cosas. Sin embargo, a veces, cuando estamos agobiados, presionados por las exigencias de la vida, nos detenemos por unos momentos y quizás se nos dé la oportunidad de entrar en contacto con lo que siempre ha estado allí, lo que es la base y el marco de nuestras vidas.
¿Ha dejado usted espacio para percibir lo bello de la Naturaleza? La sutileza del viento en el rostro, los pretensiosos colores de una flor, el delicado titilar de las estrellas por sobre el lienzo de la noche, lo impresionante de una puesta de sol al rojo vivo, la frescura de los arboles agitando sus hojas en primavera. ¿Se ha dado el tiempo para observar la belleza en su vida últimamente?
Nuestro estilo de vida occidental nos resta tiempo para ver todas estas cosas y a la vez nos obliga a prestar demasiada atención a los problemas que nos mantienen ocupados, problemas que se transforman en señores de nuestras vidas, dictando nuestras acciones del alba al atardecer, cada día, cada mes y cada año. Prestar exclusiva o demasiada atención a la selva socioeconómica en la que vivimos puede alejarnos de lo realmente importante, la perspectiva de que estamos en este mundo para crecer en espíritu, así como crecemos materialmente. He dado muchas vueltas al tema y realmente no tiene ningún sentido acumular riquezas como un billonario que jamás podrá gastar toda su riqueza. No tiene ningún sentido acumular bienes materiales más allá de lo que jamás se podría disfrutar.
Haga el ejercicio cada tanto, pues la Naturaleza está aquí para complacer nuestros sentidos y a la vez para enseñarnos a ser humildes y agradecidos. La contemplación de la naturaleza nos ayuda a ponernos en contexto con la realidad. Somos parte de este mundo, parte de los reinos naturales, sometidos a sus leyes, habitantes de un pequeñísimo planeta, todos hijos del Dios Creador.
Vivimos en tiempos en que el mundo humano se vuelve cada día más caótico y complejo, sin descanso, lleno de amenazas económicas, presiones sociales, marañas legales, complejidades tecnológicas, con guerras y rumores de guerras. Sin embargo este caos es solo a nivel humano, todo el resto del universo sigue su curso como siempre ha sido desde la creación, en ciclos, como en una respiración cósmica que trae la primavera después del invierno.
No desmaye ante la presión de este mundo agitado, crezca en conocimiento del Creador y su mensaje y encuentre paz en la belleza de la Naturaleza.
Luis Leighton
Consultor
¿Ha dejado usted espacio para percibir lo bello de la Naturaleza? La sutileza del viento en el rostro, los pretensiosos colores de una flor, el delicado titilar de las estrellas por sobre el lienzo de la noche, lo impresionante de una puesta de sol al rojo vivo, la frescura de los arboles agitando sus hojas en primavera. ¿Se ha dado el tiempo para observar la belleza en su vida últimamente?
Nuestro estilo de vida occidental nos resta tiempo para ver todas estas cosas y a la vez nos obliga a prestar demasiada atención a los problemas que nos mantienen ocupados, problemas que se transforman en señores de nuestras vidas, dictando nuestras acciones del alba al atardecer, cada día, cada mes y cada año. Prestar exclusiva o demasiada atención a la selva socioeconómica en la que vivimos puede alejarnos de lo realmente importante, la perspectiva de que estamos en este mundo para crecer en espíritu, así como crecemos materialmente. He dado muchas vueltas al tema y realmente no tiene ningún sentido acumular riquezas como un billonario que jamás podrá gastar toda su riqueza. No tiene ningún sentido acumular bienes materiales más allá de lo que jamás se podría disfrutar.
Haga el ejercicio cada tanto, pues la Naturaleza está aquí para complacer nuestros sentidos y a la vez para enseñarnos a ser humildes y agradecidos. La contemplación de la naturaleza nos ayuda a ponernos en contexto con la realidad. Somos parte de este mundo, parte de los reinos naturales, sometidos a sus leyes, habitantes de un pequeñísimo planeta, todos hijos del Dios Creador.
Vivimos en tiempos en que el mundo humano se vuelve cada día más caótico y complejo, sin descanso, lleno de amenazas económicas, presiones sociales, marañas legales, complejidades tecnológicas, con guerras y rumores de guerras. Sin embargo este caos es solo a nivel humano, todo el resto del universo sigue su curso como siempre ha sido desde la creación, en ciclos, como en una respiración cósmica que trae la primavera después del invierno.
No desmaye ante la presión de este mundo agitado, crezca en conocimiento del Creador y su mensaje y encuentre paz en la belleza de la Naturaleza.
Luis Leighton
Consultor
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